Voy paseando por el metro o
por una avenida y al girarme veo gente poniendo música en el teléfono
sin llevar cascos. Encuentro amigos sentados en una mesa sin dirigirse
las miradas porque están escribiendo en un móvil tan inteligente que les
ha convencido de no acariciar, de no mirar y de no fantasear.
Una
vez escuché que la mejor madera se saca de los árboles que tardan en
crecer y pese a ello, todos talamos árboles en brotes tiernos para poner
en nuestra ensalada baja en calidez. Observar es perder el tiempo ya
que no es rápido y por ello tenemos relaciones sentimentales exprés, con
catálogo y modo de empleo. "En los primeros meses la pasión, luego
poner en modo rutina, después enfado,..." todo ello con relaciones
sexuales a la carta pensadas para uno mismo. Observar las necesidades
del conjunto nos hace ser esclavos y atarnos con cadenas en los mejores
años de nuestra vida. La trasgresión es tener respeto, ser educado y
honorable; sonreir a destiempo y suspirar por una canica o unos colores
en el cielo. Lo extraño es respetar los momentos y dejar que la madera
se afiance. Pensar en algo no salido del molde vital de Ikea es
completamente ridículo.
¿Alguien me puede definir el honor? ¿alguien puede decirme qué es una persona noble? ¿leal?
Felicitaciones
por obligación, fecha y hora exacta, regalos en serie, sentimientos no
más profundos de un "like" y si tienes que ser creativo búscalo en
google y págalo con tarjeta.
No
me erijo en un hermitaño alejado de todo ello. Yo busco recetas de
cocina en google, escribo mensajes por el tuenti y comento videos
absurdos en el facebook. Sólo quiero compartir un poco de lo que yo
considero el despertar de lo esencial.
La
vida, es una oportunidad mágica para existir, como diría Claudio
Padial. Se dice mucho pero creo que debemos vivir el AHORA como nunca
antes, debemos saborear cada momento y dejarnos llevar por el
sentimiento y no tanto por el molde del qué se debe hacer o qué se
espera de nosotros. La vida será como nosotros queramos que sea.
Podemos dejarnos llevar por el frío o saber que el frío es psicológico.
En la selva de
Darién, un día por la mañana encendimos una hoguera para calentar el
desayuno. Vi que se apagaban las brasas, pero al cabo de las horas, uno
de los indios agarraba el tronco más grande la hoguera y lo soplaba y
avivaba de tal manera que de ahí creció una nueva hoguera que calentó
nuestra comida y nuestra cena. Al regresar de una campaña por la selva
quisimos secar nuestra ropa y nuevamente un tronco bien medido de la
hoguera del mediodía secó nuestras ropas, nos dio calor, nos dio de
cenar y nos protegió toda la noche. Ese fuego podría haberse perdido,
podríamos haber usado otro tronco, otro fuego, pero usamos el mismo
fuego que nos alimentó de calor por la mañana. Ese es el fuego que
debemos avivar en nuestra vida, cuidar, observar y en el que debemos
poner toda nuestra atención. Cada uno debe encontrar su fuego.
Una
amistad, un amor, una ilusión se apagará como una hoguera descuidada
si no usamos nuestra atención para avivarla con buena madera.
Jorge Astorquia
Octubre 2011
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