La Virtud del encuentro
Bienvenidos a la navidad, holocausto para miles de
corderos, angulas, langostinos, pollos y pavos. Bienvenidos a
occidente, vienbenidos a los rituales pagano-cristianos. Bienvenidos al
solsticio de invierno y a las pagas extra, a las compras prudentes y a
los abrazos penitentes. Mas no os olvidéis de la gran oportunidad, la
publicidad subliminal debajo de todo ese consumismo: Nos encontramos con
las familias, con amigos que vienen de lejos.
Sólo escribo este con-texto para que, si os veis
comprando compulsivamente, estresados porque no vais a poder tener los
regalos envueltos, que no va a haber paté a las finas esencias
tropicales.... parad un rato, mirad al cielo y pensad en cuántas veces
habéis echado de menos a esa persona que acaba de llegar a casa, de
cuánto os hace falta ese abrazo de vuestros amigos que estudian fuera y
han venido. Cómo me gustaría sentarme en el bar de siempre y recordar
las tonterías que hacíamos de pequeños.
Dejadlo todo, dejad los rituales del corte inglés y
lanzaros a dar los abrazos que quereis dar y los besos que os faltan por
entregar. Suena muy ñoño, pero no me refiero al espíritu navideño ni
nada por el estilo, sino a la maravilla del encuentro, del retorno, del
sabernos unidos pese a la distancia y a descubrir que cada segundo que
nos encontramos es una oportunidad preciosa que no debe perderse en lo
formal.
Ya sea Navidad, pleno Agosto, Noviembre o cualquier
fiesta o desfestejado del mundo, siempre que puedas saborear a la gente
que te llena, debes sentirte afortunado.
Recordatorios de lo evidente
Jorge Astorquia
El último Diciembre de 2011
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